Herramientas de taladrado

Gracias a su diseño inteligente y a la función de velocidad variable, los taladros modernos son aptos para una amplia variedad de trabajos. Con brocas y accesorios especiales, podrá realizar casi cualquier trabajo de taladrado. Elija un taladro apropiado para el trabajo en cuestión: trabajos intensivos o ligeros, en metal, madera o mampostería.

La forma de taladro más sencilla es el taladro de mano estándar o barrena, muy práctico para pretaladrar agujeros para tornillos. En primer lugar, gire el taladro a izquierda y derecha hasta que la punta entre en la madera. A continuación, gire el taladro hacia la derecha (en el sentido de las agujas del reloj) hasta que alcance la profundidad que necesite.

Estos taladros no son tan rápidos como los eléctricos, pero sí mucho más ligeros y silenciosos. Puede utilizar un berbiquí para hacer agujeros no demasiado profundos en madera y otros materiales blandos. La ventaja de estos taladros es que permiten trabajar con gran precisión, utilizando brocas especialmente diseñadas para ellos.

Para la mayoría de trabajos de fijación, basta con clavar un clavo en la pared. Pero para fijar objetos pesados necesitará utilizar tornillos y un taladro. Los taladros eléctricos estándar se venden en versión con cable y a batería. La ventaja de un taladro a batería o sin cable es que no necesita estar cerca de una toma de corriente ni utilizar un cable alargador. Por otro lado, los taladros con cable no hay que recargarlos y suelen ser más potentes.

Para uso general dentro y fuera de casa, la mejor opción es un taladro percutor. Estos taladros tienen un mecanismo percutor que facilita la tarea de taladrar mampostería. Suelen tener un interruptor para activar o desactivar el mecanismo percutor. Ahora bien, no son adecuados para hormigón. Para eso necesitará un martillo.

Además de la función de taladrado normal, los taladros multifunción tienen una opción adicional de martillo perforador para taladrar agujeros de hasta 10 mm en hormigón. Esto es lo que hace que sean una auténtica herramienta multifunción.

El martillo está diseñado para trabajos intensos de taladrado en hormigón. Este tipo de taladro es algo más pesado y menos manejable que un taladro estándar o un taladro percutor. Otra ventaja del martillo es la posibilidad de utilizar un cincel, que le permite, como el propio nombre indica, cincelar cemento, piedra o azulejería.

Estos taladros verticales se llaman así porque se montan sobre una columna o soporte que guía la cabeza del taladro. La columna, a su vez, se monta sobre una base que se fija al banco de trabajo o al suelo. Es un tipo de taladro ideal para hacer agujeros perfectamente rectos en piezas de trabajo sueltas. La velocidad de un taladro de columna suele ajustarse mediante un mando de correa en V que puede colocarse sobre poleas de diferentes diámetros.

La potencia de un taladro depende de la potencia nominal del motor. Cuanto más alta sea la potencia nominal, mayor será el diámetro del taladro y más duros serán los materiales que se puedan taladrar con él. La potencia del motor también puede aprovecharse para conectar un accesorio mezclador que permite remover pintura, adhesivos, escayolas, etc.

Es importante que el taladro permanezca fijo al empezar a taladrar un agujero. Sobre todo cuando se trabaja sobre superficies muy lisas (cerámica, azulejería), el taladro puede tender a deslizarse. La solución es crear un pequeño hoyo en la superficie de manera que el taladro quede fijo. Para hacer ese hoyo en madera y otros materiales blandos, basta con usar un punzón. En mampostería o metal, lo mejor es utilizar un punzón para marcas o punzón de centros.

Puede preconfigurar la velocidad de taladrado con un tope de profundidad. Este accesorio suele incluirse de manera estándar con los taladros. Con él evitará pasarse accidentalmente de profundidad al perforar una pared o pieza de trabajo. También puede colocar un anillo espaciador sobre el taladro y fijarlo a la profundidad deseada. También va muy bien pegar al taladro una cinta de un color llamativo.
Debe ajustar la velocidad del taladro (expresada en r.p.m.) a la dureza del material. Seleccione una velocidad alta para taladrar materiales blandos (madera, plástico, aluminio). Seleccione una velocidad baja para taladrar materiales duros (acero, mampostería, hormigón). Cuanto más fino sea el taladro, más elevada será la velocidad que pueda aplicar. Si utiliza un martillo en mampostería u hormigón, la velocidad no es tan importante, porque en realidad lo que está haciendo es cincelar. Atención: si al trabajar en madera aplica una velocidad de taladrado demasiado elevada, correrá el riesgo de quemar la madera.